Los Mejores Sándwiches en Los Ángeles: Parte 2

El chef Travis Lett y su asociado Fran Carnaj, quién construyó el Gjelina y Gjelina Take Away en Abbot Kinney, también operan esta ambiciosa panadería y café que está detrás del Gold’s Gym. El espacio cuenta con paredes de ladrillo blanco, mostradores de mármol, bancas externas y mucha gente usando Lululemon. Los sándwiches son muy populares en este lugar. Su Porchetta Melt cuenta con lomo de cerdo Beeler enrollado en panza, frotado con orégano, romero, limón, ajo, sal y pimienta todo rostizado. La sabrosa carne es rebanada y cocinada a la plancha, cubierta con rapini amargo que ha sido salteado con cebollas moradas y hojuelas de chile seco, y servido con queso fontina fundido en un baguette de la casa.

Curtis Stone y su hermano/socio Luke son mejor conocidos por servir carnosas comidas con proteínas preparadas en el horno a la leña de la cocina que hace también de teatro culinario. En este restaurante, nombrado en honor a su abuela materna, también sirve sándwiches entre semana que incorporan productos de carnicería. En una visita reciente, ofrecieron dos tipos de sándwiches apilados en el mostrador, servidos en un stecca de la casa, un tipo de pan con corteza similar al focaccia sazonado con aceite de oliva extra virgen y hojuelas de sal de mar. Había uno de salami con queso brie, pero preferimos el de chorizo cotto con berros, y cremosa burrata doblada con aceite de albahaca.

Este mercado y deli inspirado en Nueva Orleans de Marcus Christiana-Beniger y Eunah Kang ha ayudado a diversificar y revitalizar el Barrio Chino. Este dueto tiene varios tipos de rellenos para sus po’boys, como bagre de Louisiana frito, chaurice (salchicha picante criolla) y pollo chamuscado. Aún así, nada puede mejorar el impacto del Little Jewel Surf & Turf Po’boy, que combina los dos po’boys más populares de Nueva Orleans: rosbif y camarón frito. La carne se cocina lentamente y cuenta con salsa tipo Irish Channel debris, que se hace con una mezcla de goteo de la grasa de la carne, mirepoix, zanahorias y especias. Al final, de pone una montaña de carne con 10 camarones fritos y crujientes en un rollo Leidenheimer de Nueva Orleans con lechuga picada, tomate, pepinillos y mayonesa. 

Este sitio ha sido toda una institución en Mid-City desde 1948. Christian Kneedler obtuvo la propiedad del restaurante de parte de Swede Bertil Ohlsson en 2013. Hoy en día cuenta con azulejos blancos, pisos de concreto, mesas con sillas rojas, estantes de comestibles escandinavos, vitrinas con deli, decenas de dulces suecos, y una bandera sueca en el frente. El sándwich Gray Lax es la estrella con salmón curado en casa con sal, azúcar y eneldo bajo alta presión por tres días, servido con mayonesa de rábano picante, cebolla y pepinos en un suave pan brioche. Exprime la rodaja de limón que acompaña el plato para darle un poco de acidez al sabor y disfrutar de los pepinillos.

El concepto de comida clásica reimaginada de Terry Heller y el Chef Ernesto Uchimura continúa impactando a Los Ángeles. Aunque las hamburguesas son su base, que no se te pase su pollo frito que puede competir con el de cualquiera en la ciudad, particularmente cuando es frito estilo sureño. Muslo de pollo deshuesado, pollo Jidori ahumado, junto con queso de pimiento verde, jamón de pechuga de pato, y pepinillos en un suave pan espolvoreado con panko. Es servido en sartén como todo en el restaurante.

Na Young Ma dirige esta joya de Atwater Village, que cuenta con paredes grises, mostradores de mármol que pueden mostrar muchos postres, y una barra completa de Cognoscenti Coffee. Todos los días al mediodía, lanzan cuatro sándwiches diferentes que son servidos en un stecca, unos pequeños baguettes de la casa con sal de mar. Los rellenos cambian con la temporada, y cuando se inspiran. En una visita recientes vimos salami, jamón, tomate reliquia y berenjena. Este sándwich combinaba la berenjena asada, pimiento rojo asado,  frisee y salsa verte, que es similar a la salsa verde.

Este multifacético restaurante y panadería de Walter y Margarita Manzke, así como el restaurantero Bill Chait tiene una sensación de grandeza, pero da una vibra casual en el desayuno y el almuerzo. El menú es californiano-francés, e incluye una deliciosa y bien balanceada Croque Madame. Jamón, huevos y queso es una combinación clásica, y la croque de los Manzke cuenta brioche de la casa, jamón curado con queso  gruyere fundido y perejil. Con un huevo frito sería una croque monsieur, pero así está bien.

Karen Hatfield y su esposo Quinn Hatfield continuaron al éxito del Hatfield’s con la apertura de una panadería y café en medio de la Avenida La Brea. El espacio tiene piso de concreto adentro y afuera, un patio lleno de sombrillas alejado de la calle, un moderno interior hecho de acero negro y madera, y un BLT de última generación, que los Hatfields maximizan con un doble BLTA. Este enorme sándwich sale en un pan suave de la casa con tocino crujiente, panza de cerdo cocida a fuego lento, lechuga, tomates balsámicos y aguacate.

Este mostrador deli judía a la antigua es dirigido por el chef Micah Wexler y su compañero de largo tiempo Mike Kassar, y es uno de los conceptos presentados en el Grand Central Market, donde lo que es viejo es nuevo otra vez. Las indudables estrellas de su menú son el pastrami y el pescado ahumado, pero no ignores el Ruskie, que es la mejor ensalada de huevo de la ciudad, servida entre dos rebanadas de pan. Consiste en huevos hervidos con mayonesa de la casa, mostaza, cilantro y hierbas que forman una montaña amarillo pastel de ensalada de huevo. Un rollo Kaiser lleno de cebollas con pan de tarta y pepinillos en mantequilla complementan la deliciosa escena.