Los Mejores Restaurantes en Santa Mónica

Para esta institución de Santa Mónica (abierta desde 1925) puedes ordenar online. El Bay Cities es tan popular por sus sándwiches que los carros inundan el estacionamiento con frecuencia, deteniendo el tráfico en la Lincoln Boulevard. Este restaurante es sinónimo del “Godmother”, un sándwich italiano que apila salami americano, mortadela, salami calabrés, jamón, prosciutto y provolone en pan hecho en casa que es muy placentero de comer. Por supuesto también cuentan con los clásicos parmigiana, albóndigas, y cientos de diferentes alimentos secos que llenan los estantes.

El graduado del Grupo de Restaurantes Thomas Keller, el chef Jeff Cerciello hizo su propio camino con su socio Michel Darmon en el Brentwood Country Mart. El amplio espacio tiene una cocina abierta, fotografías de granjeros en blanco y negro en las paredes, un candelabro con forma de hélice de ADN, y un espacio que desemboca en un mercado gourmet multifacético. El protegido de Cerciello, Joshua Drew, dirige la cocina diariamente, principalmente haciendo ensaladas y sándwiches para almorzar. La cena es más ambiciosa, con platillos como los caracoles romanos con queso provolone asado, y atún aleta amarilla con albahaca tailandesa y salsa pistou de rábano picante. La chef de postres, Brittainy Turnquist, contribuye con los pastelillos matutinos y postres como el pudín de crema agria con jengibre endulzado, mantequilla quemada y mantecadas de nuez.

Sang Yoon, quien se elevó en el negocio mientras trabajaba en cenas finas y ha creado un formidable recinto culinario en Culver City, hizo su primera marca en Santa Mónica al reconstruir el Father’s Office en el 2000. El chef ha construido su éxito en su menú de la barra, que incluye una bien balanceada Office Burguer con carne de res añejada en seco, cebolla caramelizada, compota de tocino ahumado con manzano, queso gruyere, queso azul Maytag y rúcula en un baguette. Las papas fritas tipo cerillo son los acompañantes naturales, así como las cervezas artesanales. El resto del menú ha evolucionado con los años desde las tapas estilo español, hasta opciones que incluyen costillas gordas picantes y almejas Manila. Lo que no ha cambiado es la demanda, que sigue siendo muy alta.

Josh Loeb y la chef de postres Zoe Nathan aprovecharon el éxito de Rustic Canyon al abrir el Huckleberry en 2009. Su concepto de ordenar en el mostrador con arte nostálgico y luz natural fue un éxito inmediato gracias a los mostradores y vitrinas llenas de tentadores postres y guarniciones de temporada. El desayuno y el almuerzo traen unos saludables platillos de huevo, sándwiches y ensaladas como la César de Col Rizada o hinojo en rodajas más cítricos. De noche, la gente puede agarrar pollos asados enteros para llevar, junto con papas asadas de Weiser Farms y albóndigas de pavo que vienen bañadas en salsa de tomate que pide a gritos que le complementes con un crujiente pan de la casa.

En una época donde la cena fina ha disminuido, Josiah Citrin ha conseguido permanecer en el gusto de la gente al seguir empujando al Mélisse adelante, y no sólo a la cocina. En 2008, para celebrar el décimo aniversario del restaurante, trabajó con DEX Studio para crear un nuevo esquema de colores (violeta y blanco), instalaron un mueble para vinos del suelo al techo, y acentuaron el espacio con un candelabro de cristal con una sombra de lino negro, y esculturas de cristal soplado de Saint-Paul de Vence, Francia. En 2012, Pablo Moix y Steve Livigni complementaron un robusto programa de vinos con cocteles especiales de lujo. Como siempre, Citrin continúa con la inspiración francesa, guiada por el mercado, y bastante progresiva. Su menú normal incluye opciones como langosta a la boloñesa y lenguado en costra de trufa, servido al lado de la mesa. Citrin invita a los comensales a darle Carta Blanca, para deleitar a los comensales a una lujosa experiencia de todo se vale.

El Chef Jeremy Fox llevó la cocina del Rustic Canyon en una dirección muy distinta después de que Evan Funke se fuera del restaurante de Josh Loeb y Zoe Nathan para abrir el Bucato en Helms Bakery. Fox ahora se aleja más de las pastas hechas en casa e incorpora influencias más globales en un menú que está inspirado en temporadas, y ya no enlista la afamada hamburguesa del Rustic Canyon, aunque aún está disponible si la pides educadamente. El espacio permanece como un clásico moderno, con un frente de cristal, mesas en la banqueta cubiertas con plantas, cubículos verdes y mesas de madera y menús que hacen referencia al lugar homónimo, y que contiene un arroyo escondido en el norte de Santa Mónica. El menú compartible cambia frecuentemente y puede incluir langostinos de California, bañados en chile calabrés; y guisantes asados en azúcar bañadas en Kalamata y tapenade de alcaparras. Para los que comen más sano, hay platillos más grandes como el pollo rostizado con zanahorias y vadouvan, que está ganando fama. Como siempre, el restaurante tiene un fuerte programa de vinos, y recientemente añadieron cocteles.

La boca de la Main Street ahora presenta el primer restaurante de la compañía Lettuce Entertain You y el chef Jeff Mahin, quien previamente trabajó como chef de postres, y ahora se enfoca principalmente en cosas sabrosas cuando no está de pizzero. El restaurante de santa Mónica tiene una barra en forma de U rodeada de mesas altas de tabla gruesa, una cocina abierta con loseta blanca, altos muebles de vinos, y pilones de madera reutilizada. El menú trae una declaración de su misión con las pizzas y dice “harina producida localmente, agua filtrada, sal de mar y levadura fresca”. Puedes mantener simples las cosas con una clásica Margherita, con una corteza masticable que tiene mozzarella, albahaca dulce, aceite de oliva extra virgen, y una salsa de tomate bastante dulce. También puedes agregar ingredientes como salchichas de cerdo de la casa, y peperoni Hobbs. Mahin ha conseguido muchos fans de su burrata con uvas asadas a la leña. 

El hotel Viceroy Santa Monica ya hace mucho que vio sus mejores días. Seguro, la diseñadora Kelly Wearstler le dio una chispa inicialmente con sus paredes chapadas y modernas cabañas al lado de la alberca. Los Soprano le dieron un segundo aire, cuando Christopher Moltisanti (interpretado por  Michael Imperioli) se quedó ahí antes de su infortunado final. Ahora el restaurante insignia del hotel, el Whist, se apoya más en el chef Tony DiSalvo para mantener actual al restaurante. El graduado de la CIA trabajó para titanes de Nueva York como Jean-Georges Vongerichten antes de irse al oeste y adoptar un acercamiento más de temporada. Tomó el Whist en 2009 e inicialmente se enfocó en pastas creativas, proteínas y ensaladas. Ahora le ha agregado influencias más globales e hizo la comida más compartible. Su menú ahora contiene secciones de “botanas”, vegetales, “ensaladas simples” y “pasta”, con un poco de proteínas y dulces. Las opciones ahora incluyen albóndigas kofta de cordero con naranja, pistache y yogurt; papardelle (como el fetuccini pero más grueso) de grano entero con champiñones, nueces y vinagre noble; pechuga de pato negro con hinojo y pera asiática.