La Fantasía se Hace Realidad en el SLS Beverly Hills
Vive la experiencia de un lujoso país de las maravillas.
Descaradamente extrovertida y con un gusto por el glamur, siempre has gustado del modo de vida 90210, para ti la clásica experiencia de L.A. incluye viajar por Beverly Hills en un convertible, con los lentes de sol brillando con el sol del sur de California. Por esa razón siempre te sientes como en casa en el SLS Beverly Hills, donde ‘lujoso’ no significa ‘pretencioso’; donde los exuberantes interiores, diseñados por Philippe Starck, realzan la sensación de fantasía que es, a tu modo de ver, la esencia de Los Ángeles.
Abres los ojos en la habitación con paneles de espejo, sus sillas con forma de tazas de té. La cama con almohadas te ruega que duermas ahí, pero la bañera del tamaño de un bosque te llama antes. Estas son las decisiones que amas tomar.
Para el desayuno, te bajas al restaurante en el vestíbulo, Tres por José Andrés, y ordenas unos huevos a la cubana "Andy Garcia"; 12 huevos de codorniz estrellados con arroz de Calasparra, salsa de tomate, tocino, y puré de plátano. Ya sea por el diseño o por la comida, el SLS nunca falla en sorprender a los sentidos.
Trotas hasta el Parque Beverly Gardens y haces unos saludos al sol al lado de la colorida escultura de Yayoi Kusama, Himno a la Vida: Tulipanes. Luego regresas al hotel, donde tienes programada una terapia de oxígeno hiperbárico en el Spa CIEL en el SLS, un espacio blanco y etéreo que se asemeja a la panza de una nube.
Te encanta tanto el lugar del SLS, con los restaurantes y tiendas icónicos de Beverly Hills, conocidos por su brillo sin par, que se encuentran a sólo unos minutos de ahí. Te diriges al mítico Rodeo Drive delineado por árboles, con su pasarela de guijarro de “triángulo dorado”.
Pasas una hora caminando entre peces koi y tortugas en la Greystone Mansion & Gardens, el inmueble más caro en California al momento de ser construido por Edward Doheny, quién inspiró el libro de Upton Sinclair "Oil!" y su adaptación al cine, There Will Be Blood.
Cerca se encuentra la “Línea de Tiendas Departamentales” en el Boulevard Wilshire, donde las ventanas de las tiendas Barneys New York, Saks Fifth Avenue y Neiman Marcus reflejan el pasar de Ferraris y Lamborghinis. No siempre te adentras tanto en el lujo, pero cuando lo haces, lo haces en Beverly Hills.
Literalmente te tropiezas con restaurantes de renombre mundial, como el Spago, The Ivy, Crustacean con su estanque de peces koi en el suelo; pero la verdad, uno de los más emocionantes lugares para cenar, es de regreso en el hotel. Manda tus sentidos a un mágico viaje misterioso en el The Bazaar por José Andrés, puesto en una plaza interior diseñada por Philippe Starck, donde la cocina se eleva a categoría de arte culinario. Las ostras se sirven con Jamaica y aceite de vainilla. La ensalada Caprésé se reinventa con “mozzarella líquida”. Los amantes de la carne disfrutarán de la Plancha de Wagyu Americano tallada con café servida con maracuyá y cebollitas perla.
Como huésped del SLS, se te garantiza acceso VIP a todos los clubes nocturnos de la marca SBE, que incluyen sitios brillantes como el Sayers Club o el Hyde Lounge. Pero es mejor que vayas al Altitude, el lounge por la alberca del hotel SLS. Puedes ordenar una bebida de cierre, un coctel Copper Passion tal vez, una mezcla de puré de maracuyá, vodka y vino Cava Rosé, y mira hacia las colinas, notando las luces rojas que se pasan por el saturado Sunset Strip. Suspiras y sorbes tu bebida, dando gracias de estar en Beverly Hills.
SLS Beverly Hills
465 S La Cienega Blvd, Los Angeles 90048
(310) 247-0400
